Cuando Lucy y María Aylmer dicen que son gemelas nadie les cree, y a simple vista tiene mucho sentido, ya que una tiene el cabello rojizo y la piel blanca, y la otra es morena y de cabello rizado y obscuro.
Las gemelas, originarias de Gloucester, Reino Unido, afirman que siempre se encuentran con personas incrédulas que se rehúsan a creer en su parentesco.
"Nunca creen que somos gemelas, incluso cuando nos vestimos igual, aún no parecemos hermanas, mucho menos gemelas" explica Lucy.
Esta extraña peculiaridad de la naturaleza tiene su origen en que ambos padres pertenecen a razas diferentes. Mientras que María heredó los rasgos de su madre de origen jamaiquino, Lucy heredó los de su padre británico: tez clara y ojos azules.
Al parecer, con una probabilidad de una en un millón, durante el proceso que conlleva a la fecundación el ovocito se dividió, causando que cada una de las partes fuese fecundada por un espermatozoide diferente, y provocando así, la diferencia genética en los fetos.
Pero más allá del motivo de su diferencia y de las constantes dudas sobre su lazo familiar, las hermanas dicen estar muy contentas por la manera en que se ven, "Mi familia es hermosa" publicó en Facebook una de ellas.
Increíble pero cierto.
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